O betão armado desempenha um papel muito importante na nossa vida quotidiana, por se encontrar presente na maioria das estruturas de edificação e construção civil. No entanto, apesar do seu bom comportamento em serviço, a sua durabilidade pode ser comprometida por diferentes patologias que venham a afetá-lo.
La más común y frecuente es la carbonatación, proceso químico debido al cuál, el hormigón pierde la capacidad de proteger las armaduras frente a la corrosión. La carbonatación avanza como un frente en el hormigón y cuando alcanza a la armadura, en presencia de humedad, comienza la corrosión.
Las armaduras, al oxidarse, aumentan de volumen produciendo tensiones internas en el hormigón que se traducen en desprendimientos o desconches, que a la larga pueden debilitar la estructura.
La corrosión de la armadura se puede originar también por la acción de cloruros, sulfatos,…; es lo que se conoce como corrosión por picado (se produce en determinados puntos de la armadura, de manera discontinua).
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Solución
La reparación de un hormigón consiste en realizar cuatro operaciones básicas:
Saneado del soporte. Eliminar mecánicamente el hormigón deteriorado hasta llegar a un soporte que además de tener un pH superior a 9,5, tenga un porcentaje de cloruros inferior al mínimo exigido.
Protección de la armadura. Debe quedar al descubierto la armadura en toda la superficie en que se presente oxidada. Limpiar la capa de óxido de la armadura con uncepillo o chorreo de arena y a continuación aplicar sobre la misma BETOPRIM EPOXI como imprimación protectora contra la corrosión.
Relleno. Utilizar el mortero de reparación PROPAM® REPAR 40 para realizar la reparación. Siempre se deben recubrir totalmente las armaduras descubiertas y rellenar totalmente todas las cavidades, evitando la formación de oquedades internas. Aplicar previamente el puente de unión BETOPOX® 93 sobre la superficie del hormigón a reparar. Recubrir con PROPAM® REPAR 5 para obtener un acabado superficial más liso y fino.
Protección de la superficie final. La manera más sencilla de proteger el hormigón frente a la carbonatación, cloruros y la agresividad química ambiental se logra mediante un revestimiento continuo a base de mortero monocapa de la gama REVAT®, o tipo acrílico (BETOPAINT, REVAT® FILM, REVAT® PLAS).
Recomendaciones
- El soporte de hormigón debe ser siempre firme (resistencia a tracción mínima de 1 N/mm2) limpio, exento de lechadas de cemento, aceites, grasas, restos de desencofrantes, pinturas antiguas, etc.
- La reparación del hormigón puede realizarse también con el producto PROPAM® REPAR TECHNO, no siendo necesario en ese caso aplicar la imprimación pasivadora de la armadura ni el puente de unión con el hormigón.
- Si se emplea BETOPOX® 93 como puente de unión, PROPAM® REPAR 40 debe aplicarse mientras el puente de unión esté fresco, esto es, antes de transcurridas 4 horas desde su aplicación.
- Para reparaciones cosméticas de pequeño espesor, utilizar PROPAM® REPAR 5. No es necesario aplicar BETOPOX® 93 en este tipo de reparaciones.
- El curado de PROPAM® REPAR 40, PROPAM® REPAR TECHNO o PROPAM® REPAR 5 es imprescindible durante al menos 24 horas siguientes a la aplicación, para asegurar que el producto alcance las propiedades previstas.
- Utilizar la imprimación PROPAM® FIX para aplicar morteros monocapa de la gama REVAT® sobre la superficie de hormigón.